Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:12 (RVR1960)
Por Rodolfo Tum.
JESÚS
¿Quién no se ha preguntado cómo es Jesús? ¿Quién es Jesús? La mayoría de
las personas nos dan una respuesta algo así o similar; Él, es Hijo de Dios. Vino
a morir por nuestros pecados, derramando su sangre en la cruz por todos
nosotros, nos salvó de la condenación y nos dio vida eterna. Esto es totalmente
cierto, la biblia lo confirma en los evangelios y sabemos que Jesús es todo
eso. Al saber esto se nos viene a la mente interrogante como; ¿Cómo poder
conocer y creer en alguien tan grande y poderoso? Que nuestros ojos naturales
no pueden ver la dimensión de grandeza que tiene ¿Cómo alguien tan santo y puro
puede hacer algo tan maravillo y eterno por nosotros? ¿Cómo puedo conocer a
alguien que parece irreal?
Y cuando se nos presenta así, pareciera que no
existe manera alguna de comunicarnos y acercarnos a Él. Todos saben de Jesús,
pero no todos lo aceptan, el conocerlo no es igual que aceptarlo.
Todo lo mencionado es totalmente cierto, eso es la imagen de Jesús que toda la vida se nos ha
inculcado; En la familia, iglesia y sociedad. Jesús va más allá de alguien que está
sentado en su trono viendo a todo mundo, vigilándolos y que al final los va
juzgar. No es quitarle autoridad alguna, en ningún momento pienso en eso: Él
fue, él es y seguirá siendo el hijo de Dios que entrego todo para liberarnos, por
amor a su nombre. Pero se ha ignorado una parte de Él muy importante: la
paternidad.
Lo que quiero tratar en estos textos, es hablar de quien es Jesús para mí.
Crecí en un hogar donde tienen la fe en Jesús. Conforme fui creciendo, me fue
inculcado el poderío y autoridad de Dios a través de Jesús. Crecí sabiendo eso,
y en vez de mirarlo como alguien que me amaba y que estaba dispuesto a hacer
todo lo que creía conveniente para mí, lo miraba más como alguien que estaba ahí
mirándome fijamente en todo momento, pensado en señalarme cuando cometa un
error, y que me regañe. La mayoría de los que no saben de Él y que no le han
dado lugar en sus vidas lo creen así, y por eso no le dan espacio para que gobierne
sus vidas.
Jesús. Aquel que murió, resucito y volverá: Es amor. En toda la extensión
de la palabra, todo lo que haces es para nuestro bien, incluyendo las cosas
negativas que el diablo hace en nosotros, en nuestras familias e iglesias. Es tan
perfecto que hasta eso usa para demostrarnos que nos ama. (Romanos 8:28. Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados). Él es: nuestro padre, amigo y compañía
en todo tiempo. Que tiene la paciencia infinita. Aquel que en todo momentos está
dispuesto para nosotros, el que nos ama tal y como somos. Nos acepta incondicionalmente.
Aquel que está con nosotros en tiempos; de angustia, dolor, soledad, alegría,
derrotas, victorias, en todo momento. El que nos forma en carácter y
conocimiento a través de tiempos de gozo y de luto: Este es Jesús en mi vida.
Claro no es fácil seguirlo, cuesta. Pero un día venció todo y nos dio la
promesa de que en todo momento estaría con nosotros y que siempre nos daría la
victoria, y que nos cela apasionadamente: Este es Jesús en mi vida.
Yo veo a Jesús como: el padre que ha enseñado e iluminado mi diario
caminar. Aquel que cuando mi corazón se cansa, sopla aliento de vida en mí, mas
allá de que es Dios, es mi padre. Es este ser tan maravilloso que un día dio
sentido a mi vida, que me escogió desde el vientre de mi madre, aquel que me atrae
en pos de ÉL, cuando me alejo ¿ Habrá amor tan grande como el de Jesús? No creo,
de lo más vil y menospreciado me levanto, y esto solo lo descubrí cuando empecé
a caminar con Él. Cuando decidí tomar la Cruz y seguir sus pasos. Pagar el
precio, hacer valer el sacrificio que hizo en aquel madero.
Lo bueno es que todos tenemos acceso a esto, nadie esta marginado, hay
esperanza de ser hijo aun. (Juan 6: 37 Todo lo que el padre me da, vendrá a mí;
y al que a mi viene, no le hecho fuera). Es una promesa que nos dejó, y está
dispuesto hacerlo cumplir en cualquier momento, solo queda que lo aceptemos.
La cuestión es tomar la decisión de seguir sus pasos, dejar todo atrás el
pasado. Serle fiel desde ahora y para siempre. En Cristo Jesús nueva criatura
somos, las cosas viejas ya pasaron he aquí todas son hechas nuevas.
¡Aceptémoslo! Descubramos es amor tan puro e incondicional de ÉL. Si Dios
te ha ayudado hasta ahora con todas las cargas que tienes, imagínate cuando
tengas a cristo en tu corazón.
Pd: Somos hijos por naturaleza, pero de uno viene hacerlo oficial, es
decir; se cumple este mandato cuando aceptamos a Cristo en nuestros corazones y
dejar todo lo malo. Seamos Hijos de Jesús.
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario