Siempre tú. |
Por Rodolfo Tum
Te conocí sin querer, sin
planearlo. No tenía en mente que alguien tan maravillosa podría sorprenderme
con tan solo una sonrisa; no la sonrisa que reflejas en tu rostro y hace curvar
tus labios; eso es hermoso. Pero me refiero a lo que se reflejó en tus ojos
cuando brilló al vernos. Esa sonrisa que muestra lo puro de tu alma. Esa sonrisa
que me dijo, que al fin nos habíamos encontrado. Esa sonrisa que no lo miras con los ojos,
sino que lo sientes en el alma. Esa sonrisa que solo dos extraños a punto de
empezar el viaje más importante de sus vidas entienden. Esa sonrisa que te
hablan en mil códigos inexplicables y a la vez explicables. Solo llegaste, sin
permiso alguno; llegaste a derrumbar todos los muros que había creado con tan
solo dejar ver tu alma; en tu sonrisa que solo tú sabes dar, sonrisa que hace
que mi niño interior diga: Ella es.
Fue genial, es genial y seguirá
siendo genial el haberte conocido en un tiempo donde ni tú, ni yo esperábamos. Ese tiempo bonito que marco nuestras vidas,
aunque hoy no nos tenemos. Tú elegiste irte sin haberte dado motivos para
hacerlo. No hice nada para retenerte, porque tenía miedo a equivocarme, pensé que
tú no habías sentido lo que yo sentí: lo que tú me hiciste sentir. Te deje ir como agua en mis manos, quedando
tan solo tus recuerdos como las gotas de agua que quedan en la mano, sin
reclamo, sin reproche, cedí a perder lo más
lindo que mis ojos naturales hayan visto, sabiendo que quizá, estaba dejando
ir a la que posiblemente es el amor de mi vida y tu dejando al que posiblemente
es el amor de tu vida ¡Fallamos! Realmente
no fue mucho tiempo lo que viví contigo. Nos vimos unas cuantas veces. Nos
conocimos en el mismo lugar donde nos despedimos: donde dijimos el más puro de
los “Hola” y el más triste de los “adiós”, sabiendo que posiblemente nunca jamás
nos íbamos a volver a vernos. Nunca nos dijimos lo que cada uno empezó a sentir
¿por miedo? No sé ¿pero cómo uno puede tener miedo ante lo que más busca? ¡Amar
y ser amado¡ ¡ugrrr!
Sabiendo que cada uno hizo que
nuestros mundos se colapsaran con las sonrisas que nos regalamos al conocernos.
Sabiendo que nos estamos muriendo por dentro. Sabiendo que te tengo una vez más
en frente y que puedo ver una vez más aquella sonrisa en tus ojos, con la que
cautivaste a mi niño interior: Te propongo un principio y un final.
¿Ok?
Este es el final:
Imagina que no nos tomamos de
la mano sin habernos conocido; sin protocolos, sin previo aviso, sin plan: bajo
las gotas de agua que caía del cielo al ver que dos almas que se esperaban, se conocieron.
Que no te he visto mil veces, porque eres bella. Imagina que no me estuve con
mis amigos por estar contigo. Imagina que ninguno de los dos ha fallado. Imagina
que ninguno de los dos fue tan cobarde como para dejar ir su felicidad entera. Imagina
que nunca nos vimos a los ojos con tanta intensidad. Imagina que no hubo
reclamo por ciertas cosas. Imagina que no nos celamos sin pertenecernos. Imagina que no llegaste a
mi vida para no empezar a mostrarte lo mejor de mí. Imagina que no te cante.
Imagina que no me pedías cantar y que te
molestabas si no lo hacía. Imagina que no te enseñe los escritos que tenía para
ti sin haberte conocido. Imagina que no camine donde te formas. Imagina que no caminaste conmigo en el lugar donde siempre te
busque. Imagina que no pensabas en mí tantas veces. Imagina que no comimos
helado juntos. Imagina que no fui frío algunas veces. Imagina que no te respondía
rápido cuando me escribías. Imagina que no me podías mirarme a los ojos, porque te
ponías roja, así: toda bonita. Imagina que no preguntabas por mí. Imagina que
no te alejaste sabiendo que estabas dejando una parte de tu vida que quizá jamás
volvías a encontrar. Imagina que ninguno
de los dos había existido hasta hoy. Imagina que no tenemos historia.
Este es el principio:
Este es el principio:
Conozcamos de nuevo. Salgamos de
nuevo a hablar, con esa penita que hace ruborizar tus cachetes. Con ese miedo a
hacer o decir algo que no te guste y que pueda dar una mala imagen de mí.
Conozcamos de nuevo. Contémonos otra vez nuestras cualidades más dominantes,
queriendo impresionarnos. Peguntemos cosas sin sentido una vez más. Sonrojémonos
de nuevo. Gustémonos de nuevo. Déjame prestarte el abrigo para cubrir tu tan
delicada piel del frio que congela hasta los pensamientos; pensamientos donde tú
no estás, claro; porque en los míos, el frió no tiene efecto. Seamos indecisos una vez más. Tengamos miedo de arriesgarnos una
vez más. Confundámonos una vez más. Volvamos a sentir aquellos cosquilleos de
felicidad. Vuelve a sonreírme, vuelve a cautivarme, vuelve a enamorarme.
Volvamos a ser hojas en blanco
donde tú y yo escribamos con colores lo que queremos vivir. Que nos escribamos
historias únicas e inigualables como solo tú y yo lo podríamos hacer. Volvamos a
querernos poco a poco. Volvamos a ser esperanza para cada uno. Volvamos a
sentir esa penita pura que hace ver nuestra inocencia, como niños en pleno
charco de lodo. Volvamos a caminar de la mano hacia lo que buscamos. Volvamos a
hacer vernos nuestros más íntimos secretos, miedos y alegrías. Volvamos a ser
tan solo tú y yo. Volvamos a ser nosotros. Volvamos a construir un presente que
nos lleve a un futuro junto. ¡Ven! dame
tu mano, déjame enseñarte que hay alguien que jamás te soltaría. Volvamos a empezar con un: “Hola, me llamo…”
Posdata: Te invito a que me invites a conquistarte de nuevo.
Comentarios, Sugerencias, Criticas, dudas:
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
Comentarios, Sugerencias, Criticas, dudas:
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario