Su espera, será un comienzo eterno |
Por Rodolfo Tum
Todos queremos encontrar a esa persona idónea de parte de Dios. Que nos haga sentir: amados, únicos, especiales, auténticos, que saque lo mejor de nosotros y que en momento de tristeza este siempre ahí; a nuestro lado; luchando, animándonos, amándonos, aun en los lutos de la vida ¿Pero quién no desea estar con esa persona? Encontrarla ya y vivir juntos ¡Todos! ¿no?
Todos queremos encontrar a esa persona idónea de parte de Dios. Que nos haga sentir: amados, únicos, especiales, auténticos, que saque lo mejor de nosotros y que en momento de tristeza este siempre ahí; a nuestro lado; luchando, animándonos, amándonos, aun en los lutos de la vida ¿Pero quién no desea estar con esa persona? Encontrarla ya y vivir juntos ¡Todos! ¿no?
Lastimosamente vivimos en un mundo donde
los medios de comunicación,
redes sociales y sociedad, nos han metido en la cabeza y nos han hecho formar
una perspectiva de que encontrar a alguien (esa persona idónea) basta con; un
flechazo a primera vista, a primera risa o con unas miradas sensuales o coquetas.
Pensamos que el primero, que nos haga
sentir mariposas en el estómago es él (la) indicado (a), pero no. No queremos esperar a
la persona que Dios ha destinado para nosotros. Todos queremos tener un romance
como las de película, cuentos, historias, supongo que ya saben de qué estoy
hablando. Pensamos que eso ocurre en la vida real y le damos lugar a romances
que solo: nos lastiman y nos dañan; llega la tristeza en nuestro corazón, la
duda de que si Dios cumplirá su promesa, nos alejamos de nuestros propósitos, en
ocasiones nos marca para toda la vida, es decir; que después de haber sufrido
con alguien ya no creemos en el amor; Ese amor; que espera, que protege, donde
uno no sabe ser el mismo sino esta la otra persona. Ya no creer en algo tan
puro, que su esencia es Dios mismo, por
haber creído que entregando el corazón a alguien que nos habla bonito, que nos
lleve objetos u otra cosa seremos felices por siempre, y haberlo asociado con
Amor del bueno.
No creer y no esperar en el amor; es rechazar a Dios y no creer en lo que
Él es. El amor es la cualidad dominante de Jehová, así como la más atrayente. Al
examinar esta hermosa faceta de su personalidad, comprenderemos mejor por qué dice
la Biblia que “Dios es Amor”. (1 Juan 4:8 El que no ama no ha llegado a conocer
a Dios, porque Dios es amor.)
Con situaciones que hemos vivido, que no tiene nada que ver con el amor
que hemos idealizado, nos encerramos, nos alejamos y cerramos las puertas a lo
que posiblemente sea lo que estamos buscando. Todos, quizá, hemos sufrido por
alguien que nos allá hecho ver que al amor es algo doloroso, que solo es para
personas especiales y que mejor quedarse solo, o simplemente no ha llegado tan
anhelada persona que nos haga creer en ese amor tan lindo que muchos cuentan. Al
no ver ninguna señal, ya sea por haber sufrido o por haber esperado tanto
tiempo a esa persona idónea que nos acompañara toda la vida, solemos darles
lugar a personas que no nos merecen. Pensamos que las oraciones que hemos hecho
Dios no las oye, pensar que no somos lo suficientemente atractivos y desvalorizamos
tan valiosa imagen que Dios hizo en nosotros ¿Pero porque pasa esto? ¿Cómo un
Hijo de Dios, al cual tiene como padre al creador de todo, no encuentra a esa
persona idónea? Simplemente por no saber esperar e identificar la persona
correcta. Dios es tan Sabio que no nos dará alguien tan importante para nosotros, si mira que nos falta: personalidad, dominio propio y lo mas importante; Servir a Dios. Él no nos va entregar nada si mira que no estamos en el camino adecuado, en el tiempo y momento de su
voluntad. No creo que un Papá le entregue alguien tan valioso a un hijo, si mira que no esta listo para cuidarlo, amarlo y valorarlo. Comúnmente nacen preguntas en nuestra mente como: ¿realmente existe
esa persona idónea? ¿Vale la pena esperar alguien que quizá no exista? ¿Será que
alguien me quiere así? ¿Por qué no puede llegar una persona que me quiera de
verdad?
¿Pero quien no se ha preguntado eso en la vida? Supongo que todos, yo lo
he hecho, pero la cuestión aquí es saber esperar y no dejarnos llevar por
caprichos que a la larga solo nos dañaran; se necesita paciencia divina,
inteligencia y no dejarse llevar por solo emociones, química, miradas…¿Existe
esa persona idónea? Claro que sí, No creo que Dios se haya confundido con el diseño original que nos dio al principio de la creación, cuando a Adán le faltaba compañía
y estaba solo. (Génesis 2: 18 Y dijo Jehová Dios: no es bueno que el hombre
este solo; le haré ayuda idónea para El.) Es un ejemplo claro de la existencia
de la persona idónea, de que Dios sabe que uno no puede estar solo. En
cualquier lugar del mundo ha de estar, es cuestión de esperar bajo la voluntad
de Dios ¿Cuánto tiempo hay que esperar? Exactamente no sé, pero si lo necesario
para no cometer el error de arrepentirse en el futuro: en el matrimonio ¿Por
qué es lo que se busca no? Entonces debemos de tener en cuenta la paciencia como
algo primordial en la espera de esa persona que nos acompañara toda la vida y
la sabiduría de elegir e identificar cuando llega. ¿Pero he orado mucho y ya
pasaron días, meses, años y no llega? Realmente quisiera decir que pronto aparecerá,
que está a la vuelta de la esquina, pero
no quisiera mentir en algo tan deseado y anhelado.
Hoy en día vivimos en mundo donde se quiere todo rápido, donde se quiere lograr
cosas sin luchar por ello, donde con un acto creemos que merecemos el cielo,
donde quisiéramos ya conocer a esa persona que hará de nuestros días; días hermosos
e incontables. Pero no sabemos esperar, no oramos, no hacemos las cosas como deberían
ser, es decir; caminar en la dirección que Dios quiere que caminemos, para ir en la misma dirección de la persona
que Dios nos ha prometido desde el principio de la creación.
(Génesis 29: 18- 28
18 Y Jacob amo a Raquel, y dijo: yo te serviré siete años por Raquel tu
hija menor.
19 Y Labán respondió: Mejor me es que te la de a ti, y no que la de a
otro hombre, quédate conmigo.
20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días
porque la amaba.
21 Entonces dijo Jacob a Labán: dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido,
para unirme a ella.
22 Entonces Labán juntó a todos
los varones de aquel lugar, e hizo banquete.
23 Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él llegó
a ella.
24 Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.
25 Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob de dijo a Labán: ¿Qué es
esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has
engañado?
26 Y Labán respondió: no se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor
antes de la mayor.
27 Cumple la semana de esta, y se te dará también la otra, por el
servicio que hagas conmigo otros siete años.
28 E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel
su hija por mujer).
Cuando entendemos que nuestra naturaleza no es igual que la de Dios. Que el
de Él es eterno y divino; comprendemos que no es cuando nosotros queremos, sino
cuando Él quiere. Por Eso es necesario trabajar en la casa del Padre como
menciona la historia de Jacob ¿Cómo? Muy sencillo; Orar, trabajar en en uno mismo, tener
claro lo que se quiere, estar preparado(a) para esa persona, mejorando cada día la personalidad, nuestros valores y principios. Orar es donde se empieza a pedir, es
donde se conquista el corazón del padre para que te de alguien tan valiosa; Una
pareja. Dios: Él es el que da y quita.
Estar en donde él quiere (en un buen caminar) te llevara alineado con la persona idónea que ha de ser encontrada y hallada en el tiempo de Dios.
Porque no creo que Dios te de alguien que ha guardado su corazón, si tu no lo
has hecho. Ejemplo: tu estas en fiestas y ella buscando de Dios. Después nos
quejamos cuando no encontramos a la persona idónea, pero como la vamos a encontrar
si no nos mantenemos en el mismo camino y no pedimos la dirección de Dios. creo
firmemente en que Dios une a las personas en el momento y tiempo perfecto. Por
eso es importante trabajar en ello día a día. Esperar bajo su eterna y divina
voluntad. Jacob espero, trabajo porque sabía que valdría la pena, él sabía que la
espera de aquella persona era el inicio de algo eterno junto a ella.
¿O acaso no vale la pena esperar por alguien que haga de tus mañana un
nuevo comienzo? Sabiendo tus imperfecciones decida amarte, quererte, valorarte, respetarte y honrarte? Que juntos logren el
propósito de Dios, que haga de tus enojos un momento feliz, y que se cumpla lo
que Dios dijo: y ahora serán una sola carne. ¿Vale la pena esperar? ¡Jum! Todo indica que si, así que;
espera, mejor dicho: esperemos.
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
fb: https://www.facebook.com/SimplementeHijo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario