TENEMOS PADRE


ÉL no abandona. Él no duerme. Él no rechaza. Él es fiel

Por: Rodolfo Tum.

No quiero quitarle importancia al hecho de tener padres maravillosos, ellos son unos de los tesoros más invaluables que Dios nos da, que podemos disfrutarlos gratuitamente. Pero desafortunadamente, muchos no cuentan con ese privilegio, o quizá si, pero no de la manera que quieren. De igual manera ellos son pasajeros, pueden fallar, pueden lastimar y herirnos. 

Salmo 27:10 
"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. 

Nadie puede ocupar el lugar de un Padre (Papá o Mamá). No hay nada más completo en esta tierra que el amor de un padre. No hay nada más íntimo que el amor y el cuidad de un padre terrenal. Excepto el Amor de Dios
. ¡ Te preguntas porque! La Biblia dice que los padres terrenales son malos, aun con las cualidades anteriormente mencionadas, y así velan por sus hijos con todo lo que tienen, si los padres terrenales son así, imagínate el Amor de aquel Padre que no escatimo ni a su propio hijo para rescatarnos, siendo su tesoro más preciado, por causa de cada uno de nosotros. Si eso hizo por mi y por ti, por qué no rendirle a Él; el mundo de tormento, dolor, tristeza, y problemas que cargamos innecesariamente. Es nuestro Padre, y cuando asumimos nuestra identidad de hijos, todo empieza a tener sentido... Porque de la identidad asumida brota poder, seguridad, confianza, conocimiento, verdad, dependencia de aquel fuente de todo: Dios

Quiero llevarlos a la realidad un momento. Hoy en día se vive en un mundo, donde una gran mayoría de hijos no cuenta con el afecto o amor de sus padres,porque se murieron. Abandono el hogar; se fue con otra u otro, está lejos o simplemente nunca se dejó conocer. Muchos dicen que es mejor tener vivo a alguien que muerto, porque lo puedes ver. En realidad no se cual es mejor, si es no ver más a alguien, sabiendo que te quiso y quedarse con eso recuerdos bonitos, o ver a alguien sin poder darle un abrazo, porque no te habla o no te quiere, hasta llegar al punto de que te odie y rechace. No sé, lo que si sé, es que ambas situaciones duelen, y duelen mucho. Quizá alguien dirá "yo tengo a mis padres y me quieren", ¡Qué bueno! Pero puedo asegurar que más de algún momento ha llegado a necesitar un amor más profundo, más genuino; que los padres, los bienes, los amigos no lo pueden dar... Y quizá nunca han entendido del porque ese sentimiento de soledad, de temor, de tristeza. Déjame decirles que es el " sentimiento de orfandad" cuando no tenemos a Dios en nuestro Corazón. 

Salmo 68:5
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada.

Independientemente de tu situación, con o sin padres; con amor o sin amor de ellos, todos en algún momento nos sentimos huérfanos, como consecuencia de ello es; tristeza, soledad, depresión, llanto, inutilidad, ideas suicidas ( en ocaciones)... ¿Duele no tener el amor de un padre? Duele, es desastroso, pero es más profundo cuando no se tiene aquel que cubre todo dolor:Dios. Es cuando las situaciones malas empiezan a moldear tu vida a sus antojos, donde todo empieza a perder sentido, porque estas solo (a), indefenso (a) y a la deriva: literalmente huérfano. Pero cuando tienes a Dios, las vivencias dolorosas solo son pasajeras, porque las muchas aguan no podrán ahogarte, el fuego no te quemara, el viento no te moverá, porque tienes como base, como cimiento; aquel que tiene el universo en sus manos. "Mayor es el que está en nosotros".  Todo sentimiento de orfandad se llena con el amor de Dios. No lo leí, no lo vi en la televisión, no lo escuche en la radio, no me lo contaron: lo viví.

" Con cuán grande amor nos ha amado ÉL Padre, para que hoy semos llamados sus hijos, tu eres su hijo, tu eres su hija. Tenemos Padre, Él nunca llegó tarde, Él siempre estuvo ahí. En Él estamos completos".  

Durante mucho tiempo, no sentí la preocupación de mi Papá hacia a mi, ni en los momentos donde mas lo necesite, en mis logros nunca escuche un: "Felicidades hijo". "Estoy Orgullos de ti". "Te quiero hijo"... Habían momentos donde quería el apoyo de un Padre, y no hablo específicamente de lo económico, hablo de un abrazo, consejo, regaño, orientación, un compañero, un ejemplo de vida. Tampoco quiero decir que mi Papá nunca me quiso o catalogarlo como alguien malo, no. Hoy en dia es un Padre maravilloso, pero a raíz de esos momento no queridos, encontré a Dios, y cuando me sumergí en El, todo lo demás vino por añadidura.

Hubo momentos donde me salían mal las cosas que hacía, cuando daba mis pasos sin ninguna guía, cuando quería usar mis propias fuerzas para aparentar felicidad, para buscar la aprobación de la gente, porque se acude a eso, cuando no se tiene un amor seguro o demostrado; el de los padres. Mis planes no tenían relevancia, y siempre decía: "Si tuviera un Papá que me orientara" o que ya haya hecho lo que hago, seguramente me saldría todo bien. Me sentía dolido, frustrado y muchas veces me queje con Dios: "¿ Por qué permitiste que las cosas fueran así?", "¿Por qué pasa esto?", ¿Acaso no te he servido toda mi vida?", si yo he dado mi vida en servicio tuyo ( Que ignorante fui de su gran amor y misericordia) ¡ Que infiel fui!  Llegue a dudar de su amor, de su fidelidad, de sus promesas eternas para conmigo.   :(

Esos momentos de promiscuidad, donde cabía todo tipo de interrogantes sobre mi, sobre lo que soy, lo que seré. Mis sentimientos se iban haciendo cómplice de la soledad, del miedo, de la duda, inseguridad, desconfianza que poco a poco me invadía, y generaba un sentimiento mayor de orfandad. Llegue en un momento donde toque fondo, es decir, llegue en un momento donde perdí el sentido por el cual fui escogido desde el vientre de mi madre, perdí el sentido de la realidad, vi borroso el futuro que con brillo en los ojos había preparado para mi, y mis esperanzas se me escapaban de las manos como agua, porque Solía correr a solas, a la derriba, sin guía y tratando de buscar un refugio seguro, inconsciente que sin su presencia todo era peligroso, pero mi negligencia no me dejaba ver.

Durante tiempo luche con un sentimiento de orfandad. Lo sentía muy persistente, muy real, muy profundo, muy dentro de mi... Pero hubo un momento donde aquel ser Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente apareció y me llamo por mi nombre, con ese nombre que con su inmensurable amor me asigno desde mucho antes de toda creación visible e invisible, Con esa voz que ni las melodías mas finas pueden hacerle competencia, sedujo mi corazón, y toda oscuridad se disipo.  Corrí a Él con el corazón roto y quebrantado, diciéndole: "no me siento bien, estoy mal. Estoy cansado de todo, no puedo más, no tengo un Papá que luche y pelee por mi". Me miró, y pasando sus dedos santos en mi rostro para limpiar mis lagrimas, levantó mi rostro agachado, me miró y me dijo con su voz apacible:  "Tú eres mi hijo y yo soy tu Padre, nada en este mundo te puede hacer frente si estas conmigo. Ese día le di mi mano, sabiendo que ya tenia mi corazón desde el principio de todo, pero que lo había negado. Comprendí que no necesitaba algo terrenal, necesitaba de Él, de sus "si" y sus  "no" tan encajables y perfectos en mi vida. Entendí que tengo un Papá; un Papá que nunca abandona. Que soy su hijo. Entendí que en ÉL estoy completo. Que ÉL es suficiente, mi amado Dios. Aquel que conoce cada célula de mí, cada musculo, cada neurona, cada tejido, cada órgano, cada parte descubierto y no descubierto que me conforma. Me buscó y me halló. Él, que desde el principio de la creación me deseó, me encontró y me abrazó con SU amor inconfundible.

Y dije: Tengo un padre, soy hijo, y no hay nada mejor que ser llamado su hijo. Soy libre para correr en pos de mi amado, en los propósitos de Dios, en sus diseños.

2 Corintios 6:18
Y yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

Empecé a escuchar los sonidos de Dios, empecé a aprender que le gusta, que no le gusta, a como huele, me ha hablado algunas cosas, pero no puedo decir, porque es entre Él y yo... Pero tu puedes hacer lo mismo, si decides asumir tu identidad de hijo. De oídos había oído, pero ahora que mis ojos lo ven, solo quiero permanecer en Él, en el lugar de su presencia, donde me sano cada herida, donde me abrazo cuando nadie más se animó hacerlo, donde mi corazón quedo atrapado. ÉL, tan sublime y perfecto, tan fiel, aun con nuestra infidelidad. Él toma cada fragmento de tu corazón  humillado, rechazado, ignorado, destrozado, traicionado, odiado, y como buen alfarero empieza a darle formas nuevas, impregnando seguridad, confianza, y paz nuevamente, permitiéndote ver dimensiones maravillosas, que por falta de sensibilidad no lo había querido mas.

Job 29:12
Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenia quien le ayudara.

Él es nuestro padre, corre a ÉL. No llores por causas pasadas, viene algo nuevo de Dios. No pierdas más tiempo. No se trata de tus dones, no se trata de tu intelecto, reconoce que tú no puede hacerlo, que solo Él tiene la facultad de cambiar tu lamento en baile, no te resistas más, ríndete.   ¡Corre al Padre! ¡Corre al Padre! Es hora. Solo Él es el camino, la verdad y la vida. Tiene sus manos abiertos, tienes su corazón palpitando para tu regreso, esta preparado para recibirte. No te confundas, tú no quieres una mejor relación, tu no necesitas de alguien que ya no esta, tu no anhelas un abrazo de dicha persona que te ignora. TÚ DESEAS SU COMPAÑÍA: ¡SU PATERNIDAD!

Mateo 6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en granero, y sin embargo, vuestro padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?.

Comentarios, Sugerencias, Criticas, dudas:
https://www.facebook.com/SimplementeHijo/?fref=ts


No hay comentarios:

Publicar un comentario

... ENTRE AMAR UNA FIGURA Y AMAR UN ALMA

A ella quiero.  Habíamos llegado a la cima del lugar, después de caminar unas cuantas horas y sobrevivir a las subida...